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martes, 2 de febrero de 2010

Con vistas a la catedral

Burgos 2010. ©Tomás Alonso
Me imagino que el anterior propietario tampoco conocía de la existencia de esta vista desde la ventana de casa, porque nada nos dijo en el momento de su venta (como de otras cosas). La cosa es que después de dos años de comprarla y medio de vivir en ella, hace unos días me doy cuenta que si te asomas por el balcón (sacas parte del cuerpo, miras a la derecha), el día está despejado y miras al final de donde te llevan tus ojos (cuatro kilómetros más allá), ahí está, la catedral de Burgos, asomando en medio de la ciudad por encima de cualquier cosa. ¿Cuántas cosas tendremos ahí, más cerca o más lejos, y no nos damos ni cuenta...? He vuelto.